Recorrí el centro de reciclaje más concurrido de Londres

Desde símbolos de reciclaje ambiguos hasta la falta de infraestructura para lidiar con los plásticos blandos y el aumento de los vaporizadores y los pañales usados ​​que ingresan a los centros de reciclaje, el Reino Unido todavía tiene un largo camino por recorrer para abordar su problema de reciclaje, y la respuesta es no enviarlo. en el extranjero.

Llevo un chaleco de alta visibilidad, casco y protectores auditivos y no sólo parezco basura, sino que también la miro; Observé algunas de las 350 toneladas de reciclaje que pasan por uno de los centros de reciclaje más grandes de Londres todos los días. Suena (y parece) mucho, pero como nación reciclamos menos de la mitad (44,1 por ciento) de nuestros desechos, y el 80 por ciento de nosotros admite que también somos tontos al saber qué deberíamos reciclar en realidad. y cómo. Pero no todo es culpa nuestra.

Cada día, 300 camiones llevan el reciclaje de dos millones de residentes (aproximadamente una cuarta parte de la población de Londres) a este lugar de clasificación en el sur de Londres. Esto equivale a 120.000 toneladas anuales de reciclaje, algunos hallazgos aterradores y el olor de los contenedores de alimentos mal lavados de la capital.

Estoy dentro de la instalación de reciclaje de materiales (MRF) del centro de reciclaje Veolia de Southwark, donde se clasifica todo lo que se recoge. Es un enorme laberinto de cintas transportadoras que alcanzan decenas de metros de altura. Aparentemente van en todas direcciones, pareciendo desafiar la gravedad con pendientes pronunciadas. Todo el lugar tiene una sensación distópica de Willy Wonka sin chocolate. Hace un ambiente sofocante, con un continuo ruido de maquinaria enorme y un hedor pegajoso en el aire a cartón empapado y comida rancia.

Me acompaña Tim Duret, director de tecnología sostenible de Veolia Reino Unido. “Vivimos en una sociedad donde es más barato contaminar que reciclar”, me dice. Si bien las cosas están mejor que antes (el Reino Unido recicló sólo el 10 por ciento de sus residuos en 2000) y centros como este están diseñados para clasificar lo que reciclamos ahora, la mayoría de los hogares todavía no tienen claro cómo reciclar. reciclar de manera efectiva.

En la capital, el 54 por ciento de la gente vive en pisos; no hay espacio para que cada apartamento tenga contenedores separados fuera de las puertas de entrada compartidas, por lo que el reciclaje se recoge mezclado en una sola bolsa. Además, ningún centro de reciclaje en el país puede procesar plásticos blandos o flexibles. No es de extrañar que las cosas estén hechas un desastre.

Cuando el contenido de las bolsas de reciclaje vacías llega a la primera cinta transportadora del MRF, los trabajadores que están a ambos lados de la ancha cinta agarran artículos obvios que no deberían estar allí. Veo a una persona sacar una bolsa negra de tierra y raíces grandes, y así comienza la lista de artículos no reciclables.

Y hay objetos más grandes y mucho más peligrosos al acecho. Al lado del cinturón hay contenedores con ruedas llenos de lo que el equipo llama artículos peligrosos. Uno de ellos está repleto de cacerolas de metal deformes, pero lo más preocupante es la caja con grandes bombonas de gas rescatadas que se encuentran en el suelo.

Caminando por escaleras metálicas, entre maquinaria y junto a cintas transportadoras que se mueven rápidamente, Duret me dice que los vaporizadores se están convirtiendo en un enorme problema de contaminación, del mismo modo que veo uno en una cinta más pequeña rodeado de latas y latas.

Aparte de estos pequeños aparatos que liberan desechos plásticos, electrónicos y químicos peligrosos al medio ambiente y que pueden provocar incendios y riesgos para la salud y la seguridad en los sitios de procesamiento, los pañales, uno de los mayores contribuyentes a los desechos a nivel mundial, se encuentran con frecuencia en los centros de reciclaje.

Me sorprende descubrir que el papel triturado no se puede reciclar: es tan pequeño que sale volando de las cintas transportadoras y, si bien la grasa en las cajas de comida para llevar está bien, los envases no se pueden reciclar si hay muchos restos de comida. Sin embargo, uno de los principales contaminantes son los vasos y los tazones de vidrio para cocinar. No se pueden reciclar con botellas de vino de vidrio debido a la diferencia en las temperaturas de fusión.

Veo una piña destrozada y una batata en las cintas transportadoras, y después de pasar un par de minutos aquí, es obvio que hay una cantidad excesiva de trabajo por hacer para comunicar qué es reciclable, y la contaminación “les cuesta a los contribuyentes municipales aproximadamente £ 2 por año sólo en el norte de Londres”, dice el presidente de la Autoridad de Residuos del Norte de Londres (NLWA), Cllr Clyde Loakes.

Gran parte de lo que aprendí es sin duda una píldora difícil de tragar para muchos de nosotros, que pensamos que estamos haciendo lo correcto al intentar reciclar tanto como sea posible, lo que se conoce como reciclaje de deseos.

Según el Programa de Acción sobre Residuos y Recursos (Wrap), el 84 por ciento de los hogares del Reino Unido están contaminando involuntariamente sus contenedores de reciclaje al incluir artículos que creen, esperan o desean que se puedan reciclar. El informe agrega que las personas mayores de 55 años son las que reciclan con mayor éxito, y es la Generación Z la que está más confundida.

Aunque el señor Duret es muy partidario de no echarle la culpa a los consumidores, y estoy de acuerdo: no es culpa nuestra, es confuso. Esto no debería disuadir a la gente de reciclar, y él está convencido de que las máquinas y los procesos atrapan los elementos no deseados.

Recycle Now, que forma parte de Wrap, tiene una herramienta increíblemente intuitiva y útil, el Localizador de reciclaje. Selecciona el artículo del que tienes dudas, introduce tu código postal y te dirá si puedes reciclarlo en casa y, en caso contrario, dónde llevarlo.

Qué hacer con tu reciclaje

•Botes de gas : Las botellas utilizadas para artículos como SodaStreams se pueden llevar a Robert Dyas para que las rellene y las venda nuevamente. Cada devolución le otorga un bote nuevo a mitad de precio.

•vaporizadores : Considere cambiarlo por un vaporizador recargable, pero en el caso de los vaporizadores desechables, primero retire la batería y recíclela en los supermercados. Luego siga los consejos de recycleyourelectricals.org para encontrar un punto de reciclaje local.

•pañales : Debido a su mezcla de plásticos y materiales absorbentes, es casi imposible reciclarlos y no existe una recolección a nivel nacional. NLWA ofrece un programa de cupones de pañales para los residentes del norte de Londres por valor de £ 70 para comprar y probar pañales reales.

•Artículos de tocador y cosméticos. : El programa Scan2Recycle de Boots utiliza elementos difíciles de reciclar, como tubos de pasta de dientes y tubos de rímel. Regístrese y escanéelos en línea, una vez aceptados, lleve cinco productos para dejarlos en los contenedores y gane 600 puntos Boots.

•Blisters: Llévelo a las tiendas Superdrug participantes, que forma parte del primer plan de recolección del Reino Unido.

Algunas de las cuestiones más complejas en la cadena de problemas relacionados con el reciclaje son los símbolos confusos que se supone que nos muestran qué se puede reciclar. No están regulados ni auditados y hay una enorme cantidad de ellos. Para poner esto en perspectiva, una investigación de NLWA encontró que más de un tercio de las personas que tiran pañales al reciclaje dicen que es porque el embalaje exterior tiene un símbolo de reciclaje. Este es el símbolo del “punto verde”, el más ambiguo de todos. Reconocible al instante por sus flechas verdes entrelazadas en un círculo, parece que significa "Soy reciclable", que es lo que yo (y estoy seguro de que la mayoría de la gente) entendí que significaba. En realidad, significa que el fabricante ha realizado una contribución financiera a un plan de reciclaje.

Recycle Now enumera 16 símbolos en su sitio, y los más fáciles de entender son los símbolos de la etiqueta de reciclaje en el paquete (OPRL), que simplemente dicen "reciclar" o "no reciclar". Duret dice: "Es crucial tener un sistema binario, auditado y obligatorio para las etiquetas de reciclaje, de modo que los consumidores tengan mensajes simples y claros sobre lo que se puede y no se puede reciclar en sus hogares".

En Estados Unidos, California ha adoptado una postura dura y ha aprobado un proyecto de ley que “prohíbe el uso de símbolos de otras afirmaciones que sugieran reciclabilidad”, dice Sian Sutherland, cofundadora de A Plastic Planet y PlasticFree, una organización que trabaja de forma colaborativa. con varias partes interesadas para reducir los residuos plásticos a nivel mundial, y es algo que le gustaría que se adoptara en el Reino Unido. "La palabra reciclable debería prohibirse", afirma Sutherland. "No deberíamos llamar reciclable a algo cuando la marca no tiene la responsabilidad de garantizar que realmente se recicle".

También hay un elefante en la habitación, hecho de plástico blando. Este material, que se considera aún menos valioso, no se recoge en bolsas en las aceras, aunque el gobierno planea hacerlo de aquí a 2027. Se considera el último bastión del problema del plástico que debe abordarse adecuadamente y, peor aún, “se considera aún menos valioso”. Representa el 60 por ciento de todos los residuos plásticos en el Reino Unido”, afirma Sutherland.

Los supermercados recogen plásticos blandos, pero Tesco anunció el año pasado que los convierte en bolsas de basura negras. “No hay nada más desechable que una bolsa de basura negra”, añade Sutherland.

No son sólo los plásticos blandos los que causan problemas, ya que más del 40 por ciento de todo el plástico fabricado se utiliza para embalaje. Aunque gran parte es plástico más grueso, como botellas de bebidas, sólo se puede reciclar un par de veces ya que el material se "recicla" y su calidad se reduce, a diferencia del aluminio, que se puede reciclar casi infinitamente. Por eso es necesario que haya mayores incentivos para los planes de recuperación, y las grandes empresas deben asumir una mayor responsabilidad por lo que crean, en lugar de que la responsabilidad de lidiar con ello recaiga en el consumidor. El gobierno anunció un plan de devolución de botellas y latas de bebidas en 2018, que se ha retrasado una y otra vez y ahora comenzará en 2025, con siete años de retraso.

Eso no es todo. "El gobierno también debe dejar de retrasar la Responsabilidad Ampliada del Productor y hacer que la recolección de reciclaje sea consistente en todo el Reino Unido", dice Cllr Loakes. Esto significa que los fabricantes pagan el “costo neto total” de la vida útil del producto, incluido cómo se recicla.

El gobierno ha introducido un impuesto a los envases de plástico (PPT), que entró en vigor en abril de 2022. Grava cualquier cosa que utilice menos del 30 por ciento de plástico reciclado, pero aún está muy por debajo de lo que deberíamos aspirar. "Si queremos aspirar a una economía circular, no deberíamos conformarnos con un 20 o un 30 por ciento de contenido reciclado, debemos aspirar a al menos un 70-80 por ciento", afirma Duret.

De regreso a las cintas transportadoras, aprendo sobre los enormes imanes, láseres y chorros de aire que se utilizan para separar los desechos, y el hecho de que se supone que estas máquinas tienen una precisión del 95 por ciento en la clasificación y detección de los diferentes materiales. Las luces infrarrojas ayudan a identificar los artículos, y ráfagas de aire empujan los artículos más densos fuera de las cintas hacia otra área de clasificación, mientras que los imanes seleccionan el metal. Es impresionante, pero a pesar de la tecnología, la mano de obra y aquellos de nosotros que diligentemente sacamos nuestros contenedores de reciclaje cada semana, la realidad es que tenemos demasiados desechos.

Los ayuntamientos y los centros de reciclaje no pueden hacer frente a tal cantidad. Esto, combinado con el gasto que supone enviar residuos a los vertederos, es la razón por la que el Reino Unido sigue exportando el 60 por ciento de nuestros residuos al extranjero. Hasta 2018, la mayoría iba a China, mientras que ahora va a Turquía y Malasia.

La palabra reciclaje prácticamente se ha convertido en sinónimo de basura. La frase “reducir, reutilizar y reciclar” se ha reducido a simplemente “reciclar”, que es posiblemente la más fácil de hacer de las tres; Seguimos comprando la misma cantidad, no reparamos algo ni prolongamos su vida y, en cambio, esencialmente lo ponemos en un contenedor (aunque sea de reciclaje) para que alguien más se ocupe de él. Hacer que los fabricantes y el gobierno rindan cuentas, comprometerse a comprender lo que consumimos y cómo reciclarlo y comprar menos no son soluciones atractivas, pero son menos basura que la alternativa.